jueves, 21 de noviembre de 2019


HOY ME HE SACADO LA ESPINA
Estaba ya más que harta de la situación. Lo tenía muy claro, de hoy no pasaba sin plantear un cambio de orientación en nuestro matrimonio. Era demasiado tiempo el qué llevábamos discutiendo por las mismas cosas, tratando de sacar petróleo de donde no había y siendo yo siempre la que trataba de salvar los muebles. Bueno, aparte de los muebles, la hipoteca, las deudas de juego y su resaca etílica del fin de semana. Así que ya metida en el charco, he decidido ser yo quién sentencie el partido una vez por todas y dejemos de jugar a medio gas, que ha sido siempre nuestro esparcimiento, hablando metafóricamente, claro, porque de juego y esparcimiento, nada. Él siempre con la misma  cantinela, la de tener escusa para cualquier situación, lo de resolverlo todo con un tú no te preocupes, pero sin resolver, nada y yo, apretando los dientes para intentar no  sacar mis labores defensivas y mandarlo todo al carajo. Las otras labores, las concernientes solo a mí por ser mujer, necesarias en todas las familias por quienes  tratan de sobrevivir dentro de una normalidad, esas, sin tener el mínimo aprecio ni reconocimiento por su parte. Al contrario, dejando por donde pasa malentendidos, mentiras, y aparentando que marchaba estupendamente entre nosotros, pero estando siempre con el gatillo y la caña preparada, para utilizarlos solo al llegar a casa, por supuesto. Estoy hasta el pirri de su empanada mental  y de pasarlas canutas a su lado, así que hoy le he dejado una nota para que la viese nada más llegar a casa, en la que he escrito:
Mira cariño, se ha terminado el primer acto de este vodevil,  tragedia, o sainete, llámalo como quieras, pero yo apelando al deporte que tanto te gusta, te digo que he sentenciado el partido en el día de hoy,  20 de noviembre de 2019, y  qué ha partir de ahora, se va a producir un profundo e intenso cambio de orientación en mi vida. Si no pagas la hipoteca, te desahuciarán,  si no te haces la comida y la cena tendrás que bajar al bar, si no te lavas y planchas las camisas, deberás llevarlas al menos una vez a la semana a la tintorería y si no aprendes a poner la lavadora, ni el lavavajillas, ni encuentras el aspirador… arréglatelas como puedas.
Creo que tengo la victoria muy trabajada y me merezco un descanso. No te preocupes, saldré adelante. Soy muy válida, ya lo sabes
                                               Hasta nunca. Tu ex Pepita.
(¡no sé que he tocado para cambiar los márgenes!!!)

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